Ciudad de México— En la actualidad, en la Ciudad de México cada semana hay más actividad de jazz que en Chicago, París o Nueva York, afirmó Carlos Tercero, uno de los jazzistas mexicanos más influyentes en la escena nacional e internacional y quien fue invitado a dirigir la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música de la Gendarmería Real de Marruecos, por instrucción expresa del Rey Hassan II.
—El jazz en México es un fenómeno cultural, artístico e histórico, importantísimo; yo creo que los que estamos aquí, los que estamos en medio del remolino, no estamos conscientes de la importancia que tiene la oferta jazzística de México para el mundo, gracias a la cantidad de talento que hay, a la cantidad de jóvenes que se incorporan a las filas del ejercicio jazzístico mexicano—, señaló en entrevista con Notimex.
—Es sorprendente, la cantidad de producciones independientes, la calidad, no sólo es una cuestión evolutiva, desde el punto de vista meramente estético o académico, también ha evolucionado el público, el mercado, los estilos, los participantes, las formas todo esto ha hecho al jazz mexicano un fenómeno social importantísimo—, subrayó.
Sin embargo, para el maestro Tercero no se trata de un accidente o de suerte, es producto de una larga historia del jazz en México, que inicia con los fundadores de este género musical en tierra azteca y que con el afán de dar al lector una idea general, básica, relata este conocimiento por partes.
—En la prehistoria del jazz en México estamos hablando de Tomás Rodríguez, alias “La Negrita”; Jesús Aguirre Meléndez, alias “La vaquita”; Pablo Jaimes, Chilo Morán, Tino Contreras, Salvador del Agüero, Ruiz Pasos… Ellos son mexicanos que triunfaron en el jazz nacional y en el extranjero.
“Tocaron en las mejores orquestas del mundo: Woody Herman And His Orchestra o Stan Kenton & His Innovations Orchestra. En ese entonces eran muchachos que estaban triunfando y en México, obviamente, no se sabía o no se divulgaba esa información, pero ellos son los verdaderos creadores del movimiento de jazz México”, señaló.
Concentrado, habló de la siguiente etapa: “mencionaré algunos ejemplos; el maestro Sánchez, los hermanos Toussain, por supuesto, Eugenio, Enrique, Fernando. Además, Alejandro Campos, el maestro Francisco Téllez… de cada uno podría yo hablar o hacer varios libros; Téllez fue fundador de la carrera de jazz en 1979. Ellos tienen la peculiaridad de que además de ser músicos hicieron labores de maestros, creadores de generaciones”.
—Hoy podemos hablar de Diego Maroto, Alan Fajardo, Carlos Meléndez, los tlaxcaltecas Delfín, Mauricio, Israel; estamos hablando de cientos con un nivel internacional impresionante, que desgraciadamente no podemos ver, no porque no existan sino porque hay factores estructurales que han propiciado esta ignorancia—, anotó.
Falta la costumbre de creerlo
Carlos ercero recordó que “en México nos enseñaron que no debemos conocernos, nos enseñaron, desde que fuimos brutalmente sometidos y conquistados, a no pensar, a no tener iniciativas, a obedecer, o como decía Fernando VII ´a callar y obedecer´. Esto hace que nos deslumbren los espejos, las baratijas que nos traen del extranjero y no valoremos los tesoros que tenemos en México”.
Así, el también alumno de DicK Grove, Henry Mancini, Claire Fischer, Nelson Riddle, Pat Williams o Lalo Schifrin, por mencionar algunos, puntualizó: “No es un tema de patriotismo, yo he vivido muchos años en el extranjero, conozco. Y por eso te puedo decir que el talento en México es tan grande con su historia”.
—Pero nos han enseñado a no darnos cuenta. En el extranjero, en todos lados, se percatan, es reconocido el cine mexicano, la música mexicana, el arte mexicano… Dime una cosa en la que no destacamos en primer nivel; nada más que nos hacen fama que somos desorganizados y eso no es cierto—,aseguró. NOTIMEX