Las personas con discapacidad motriz que manejan motos adaptadas y dependen de un aparato auditivo e incluso de una placa en el cráneo, insistirán en evitar el uso del casco cerrado o integral, porque podría afectar gravemente su salud y empeorar sus lesiones, indicó el activista Ermilo Hernández Ruiz, al lamentar que la presidenta de la asociación civil “Unión y Fuerza” de personas con discapacidad, Cintia Martínez Dzul, politizó la situación en el programa semanal de la gobernadora.
Aclaró que simpatiza con dos asociaciones para luchar por los derechos de las personas con discapacidad y en este sentido apoya a quienes están en contra del casco integral y exigen usar el semicerrado, porque existen motivos que los asisten.
El tema del casco por parte de la Dirección de Vialidad de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC) ha generado divisionismo en este sector poblacional. Sin embargo depende de las causas que llevaron a una persona a vivir con discapacidad, si fue por nacimiento, una enfermedad, como la diabetes mellitus o un accidente.
Pero además ya se está politizando. “Un grupo fue como a dar las gracias por todo y que es un gran favor el que nos hacen, se vio sumamente mal. El que quiera ser gusano corre el riesgo de ser aplastado y el que quiera actuar como águila, pues adelante “.
“Lamentablemente se politiza, pues Cinthia es abiertamente del equipo de la llamada Cuarta Trasformación y pues nosotros somos más independientes y sí vemos los errores y los décimos. Ya no hay que pedir hay que exigir, exigir un buen trato y que sean un poco más comprensivos con los demás compañeros que no compartimos la misma línea de algún partido en específico”, externó.
Destacó que quienes están en contra del casco integral mayormente son personas que tuvieron un accidente que generó secuelas en la cabeza, en el cuello, en la espalda, medula espinal o en los hombros, por mencionar; algunos tienen placa de metal en el cráneo, y platinos en el cuello, usan implante coclear u otro dispositivo auditivo. De esta manera usar un casco cerrado, además de estorbar puede lesionar por el peso de este a quien lo utilice.
Detalló que existe el riesgo de dejar de oír y provocar un accidente; otro grupo afectado son los débiles visuales.
“Las leyes de Vialidad y el Reglamento de Tránsito están hechas y dirigidas a las personas convencionales, no contemplan legalmente a las personas con discapacidad y los excluye, entonces el trato y la obligación no pueden ser iguales”, afirmó.
Insistió a la gobernadora, Layda Sansores Sanromán a ser comprensible y analizar la situación, porque es posible comprobar con acta médica o con un especialista las afectaciones para algunas personas con discapacidad motriz.
El también director de Diversidad y de Personas con Discapacidad de la Asociación Civil Filantrópica Brigada Internacional de los Derechos Humanos, estimó que por convivencia y por observación, en la capital hay 40 personas con discapacidad que necesitan usar una moto adaptada para realizar sus actividades, como ir al trabajo, a consultar, o llevar a su hijo a la escuela, por mencionar.