Segunda y última parte
DON EMILIO BOCOS ROSADO
Nació en Champotón, Campeche un 21 de abril de 1920, y desde muy chico sintió pasión por la música y fue enseñado por su padre que tocaba la guitarra y la mandolina.
Viendo sus aptitudes musicales, el renombrado maestro champotonero don Virgilio Barrera lo invitó para que asistiera a sus clases de música y le regaló un “Método de Solfeo” de don Hilario Eslava, y cuando a los 14 años se fue a estudiar a Campeche Contabilidad, ya sabía tocar la guitarra y la flauta, y un poco de piano que le servía para hacer sus primeros arreglos musicales.
El director de la Banda de Música del Estado, que era su tío, el maestro champotonero don Joaquín Peraza, le dio la plaza de flautín y el encargo de escribir todo lo que la Banda necesitara. Juntó lo que ganaba para comprarse un saxofón y su clarinete, y a los 15 años debutó como director de su propia orquesta tocando el saxofón alto, el clarinete, la flauta y el piano. Fue todo un éxito esta orquesta, ya que de toda la península la llamaban para trabajar por la juventud de sus elementos y los novedosos arreglos musicales del maestro Bocos.
Con el deseo de seguir triunfando en otros escenarios más importantes, se embarcó para Veracruz, llegando a la ciudad de México un 30 de septiembre de 1940. Ahí trabó amistad con varios músicos de la misma y el director le dio la oportunidad de debutar en su organización musical. Posteriormente estuvo tocando en varias orquestas hasta que al estar trabajando en el cabaret “El Pullman”, conoció al prestigiado maestro Arturo Núñez, quien le pidió tocara en su orquesta en forma fija y le hiciera los arreglos musicales.
Ya muy conocido en el medio, en 1945 trabó amistad con el Sr. Enrique Cantú quien fue el que le pidió grabar para discos Peerles. Fue el comienzo de una larga serie de grabaciones con esta marca y con las de Mussart, R.C.A. Víctor, Columbia, etc. etc. hasta completar 15 grabadoras diferentes en las que hizo 1,420 grabaciones con 14 cantantes distintos hasta la última que fue el 10 de octubre de 1978.
Algo sobre el danzón cantado
En 1951 estuvo de moda, con un éxito arrollador, el danzón Blanca Estela de don Emilio B. Rosado, cantado por Julio Aldama. Por todas partes se escuchaba, recordando a esa gran estrella cinematográfica que hizo pareja con Pedro Infante en dos películas que aún son vistas con gran interés: Nosotros los pobres y Ustedes los ricos; se trata, por supuesto, de Blanca Estela Pavón, quien falleciera en un trágico accidente de aviación en las faldas del Popocatpetl.
A partir de dicho éxito musical, a don Emilio B. Rosado le adjudicaron el epíteto de “Creador del danzón cantado”, pero el danzón cantado o danzonete ya había sido creado en Matanzas, Cuba, desde 1929.
Los mayores éxitos de la danzonera de don Emilio Bocos Rosado fueron:
Blanca Estela, Champotón, Chiquita con jícamo, La trompeta enamorada, etc.
Don Emilio Bocos Rosado recibe Medalla de Oro al Mérito Artístico el 5 de diciembre de 1974 por el H. Ayuntamiento de Champotón.
En el 2001 el Instituto de Cultura de Campeche elaboró el CD “Así se baila el danzón” con una recopilación que data de 1960 de 10 danzones escritos por don Emilio.
Muere el 21 de junio de 1990, a las 10:00 de la mañana, en su casa en la calle de Grabados No. 160 de la colonia “20 de Noviembre” de la Capital de la República. Es incinerado y sus cenizas fueron colocadas en el Mausoleo de Champotoneros Ilustres en una emotiva ceremonia celebrada el 9 de julio del mismo año.
DON RAMON AGUSTÍN BOCOS ROSADO
Nació en la villa de Champotón, Cam., a las dos de la mañana del 28 de agosto de 1916.
Estudia la primaria y siendo su papá un compositor empírico que tocaba diariamente la mandolina y la guitarra, desde muy pequeño empezó a hacer sus pininos en el arte de Euterpe.
A los ocho años entró a estudiar, ya formalmente, los cinco componentes clásicos de la música que son: la teoría, el solfeo, el ritmo, la melodía, y la armonía, con los maestros don Virgilio Barrera Vega y los hermanos don Julio y Enrique Cú.
Los hermanos Bocos Rosado
Al irse a Campeche con su familia, estudió la secundaria en el Instituto Campechano y como ya se “defendía” bastante en la música tocando la flauta “travesera” y la guitarra, pidió una plaza a su tío don Joaquín Peraza, director de la Banda de Música del Estado, quien bajo la condición previa de que tenía que aprender a tocar varios instrumentos para poder suplir al filarmónico que faltara, lo contrató como “Cabo de Citas” o “Secre” de la Banda con un sueldo mensual de $15.00.
Pasó el tiempo, y después de tocar en la orquesta de su tío don Joaquín y en varias otras, formó su propio conjunto. Pensando erróneamente (según sus propias palabras) que ya estaba bien preparado por lo que había estudiado y debido a la obligada preparación intensiva de conocer varios instrumentos musicales, entre los que prefería la trompeta y el piano, se lanzó a “conquistar” artísticamente la capital. Al llegar a ella a mediados de 1943 se dio cuenta, con tristeza, que comparado con los ejecutantes de allá, era muy poco lo que sabía de música y para poder triunfar en México y obligado por las circunstancias, se puso a estudiar, pero en serio, en la Escuela Nacional Libre de Música, lo cual le sirvió posteriormente para conseguir sus logros artísticos musicales.
Por esa época, el Gobierno de México había incautado una potente radiodifusora alemana que a bordo de un buque reportaba al III Reich los movimientos de barcos que entraban o salían del Golfo de México. Ese equipo se instaló en la capital y se llamó comercialmente “XEX, la voz de México”.
Como todos los conjuntos musicales de la época tenían una rúbrica musical y el de ellos era un pedazo de “Siboney”, el gerente de la XEX, don Alfonso Noriega, les exigió uno propio para poder seguir actuando y dio una semana para ello.
Después de muchos fracasos, logró crear la ansiada rúbrica de 16 compases, la cual instrumentó enseguida y le gustó tanto al gerente que les aumentó un programa diario más a la orquesta. Pasados unos días, empezaron a llegar muchas cartas a la XEX pidiendo que se cantara la rúbrica… y después de varios días pudo componer el que fuera su primer éxito: “Canta, canta corazón”, y debido a ese éxito, fue con don Enrique Cantú, director de discos “Comix” con quien firmó el primer contrato como artista exclusivo, que después se prolongó con otras marcas como Peerles, R. C. A. Víctor, Discos Columbia, Mussart, etc.
A los éxitos iniciales siguieron “Flor de arrabal”, “Tu cariño”, “Pellejo de pato”, “Rinquincayando”, “El apéndice”, “Habana, Cuba”, “Fiesta del Mambo”, “Campeche”, “Ciudad. del Carmen” y otras.
Después del éxito de “Canta, canta corazón” fue contratado con su orquesta para tocar en el “Hotel de las Américas” de Acapulco en la temporada navideña y al llegar el 24 de diciembre se puso nostálgico, extrañando la lejanía del terruño, de la patria chica y con ese sentimiento compuso su mayor éxito: el danzón “Champotón” que presentó por primera vez el 31 de diciembre de 1945 en el paradisíaco puerto guerrerense.
Una de las innovaciones que hizo al cadencioso ritmo inventado en 1879 en Matanzas, Cuba por Miguel Faílde, fue la creación que hizo a sus llamados “danzones tropicales”, en la que en cada una de estas piezas musicales se le mezclaban compases de alguna canción o tonada popular de la Entidad a que era dedicada. Así produjo este tipo de creaciones musicales dedicadas a los Estados de Campeche, Chiapas, Chihuahua, Michoacán, Oaxaca, Puebla, México, Sinaloa, Veracruz, Guerrero, Jalisco y Sonora. Casi todos estos danzones tropicales fueron interpretados por Luis Moctezuma Juárez, más conocido en el ambiente artístico como “El Morito”, popular cantante del “Conjunto Musical Caribe”
El 22 de octubre de 1940 se unió en matrimonio con doña Aurelia Patrón de B. y tuvieron de descendencia a Guadalupe del Socorro, Martha Beatriz, Ana María, María del Rosario, Ramón Agustín e Ignacio Alexander.
Siguió viviendo en el D.F. y fue hasta la época de gobernador del Lic. y Cor. José Ortiz Ávila que este le pidió que volviera a radicar en Campeche, lugar al que regresó a establecerse en 1963.
Se jubiló como maestro de actividades artísticas musicales de la Escuela Secundaria Federal No. 7 en 1980, misma a la que había dotado de su himno a través de un concurso regional.
Don Ramón recibió distinguidos reconocimientos por su prolífica actividad como compositor musical, entre los que destaca el que le hizo el 5 de diciembre de 1974 el H. Ayuntamiento de Champotón y en el 2015 la Secretaría de Cultura estatal.
Entregó su alma al Creador a las 11.00 horas del domingo 28 de marzo de 2004 en la ciudad de San Francisco de Campeche.
Colofón: El 13 de junio del 2008, en un viaje exprofeso que hicimos a Cuba para grabar un programa de “Habla el Pueblo”, tuve la oportunidad de entregar durante el mismo una copia documental del danzón “Champotón”al museo ubicado en la actual Sala de Conciertos José White (anteriormente Liceo Español) en Matanzas, Cuba, lugar en donde se tocó por primera vez el 1º. de enero de 1879 este ritmo inventado por Miguel Faílde y Pérez.