Río de Janeiro, Brasil – La filtración de audios, que aceleraron la caída de la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y afectaron la imagen de Luiz Inacio Lula da Silva, amenaza ahora al nuevo inquilino de la presidencia, Michel Temer.
El mandatario habría sido grabado por su propio ministro de Cultura, Marcelo Calero, en un presunto escándalo de tráfico de influencias.
Calero, quien renunció el viernes pasado, habría grabado a Temer, mientras el presidente lo reprendía supuestamente por no haber aceptado las presiones para aprobar la construcción de un edificio en Salvador de Bahía en el que otro ministro –el recién dimitido Geddel Vieira Lima- tiene intereses privados.
Marcelo Calero, que el jueves declaró a la Policía Federal haber sido presionado por el presidente para favorecer a su par, dijo que tiene grabaciones de Temer y del jefe de la Casa Civil, Eliseu Padilha, considerado uno de los hombres más influyentes del Ejecutivo. NOTIMEX