Pablo Gutiérrez Lazarus, considerado el peor alcalde de todos los tiempos, ha venido acabando con todas las tradiciones y costumbres de la ciudadanía carmelita, pues primero le dio el tiro de gracia al pasado Carnaval con un programa mediocre y ahora remata su hazaña con la Fiesta del Mar, con una agenda “pichurrienta” y poco atractiva y que bueno que ya acaba su administración para que sea enjuiciado y encarcelado.
Rodolfo Marín Hernández, delegado municipal del Frente Campesino Independiente “Emiliano Zapata” (FRECIEZ) al igual que Luis Alfonso Medina Peralta, representante de la corriente perredista Vanguardia Progresista, coincidieron en señalar que Gutiérrez Lazarus es considerado un caso patológico para el Municipio; es todo lo contrario al rey Midas, pues todo lo que toca lo hecha a perder.
Acabó con el Ayuntamiento, con millonarios desvíos de dinero; acabó con el Carnaval; con las ferias de julio y del Mar; con el zoológico de Playa Norte.
Medina Peralta dice que no se explica cómo es posible que el malogrado alcalde ande suelto y echando a perder todo lo que toca; ya la Fiscalía Anticorrupción, que preside José Ángel Paredes Echavarría, tiene toda la documentación y pruebas suficientes de los desvíos de más de 120 millones de pesos que están sin comprobar y que se pagaron a empresas fantasmas encabezadas por amigos y familiares del alcalde y de sus principales colaboradores, quienes también deberán responder a la justicia.
Estamos viendo que este año Gutiérrez Lazarus está llenándose las bolsas de dinero y en cambio presenta como burla al pueblo una agenda “pichurrienta” para la Fiesta del Mar en Playa Norte, eventos sin trascendencia con artistas locales y eventos deportivos también de las ligas que administra en el Instituto del Deporte Municipal.

VENTA DE LICOR A RAUDALES EN BALNEARIOS

Por otra parte, dijo que en los balnearios de Playa Norte, Manigua y Bahamitas, estos dos últimos fines de semana se convirtieron en cantinas al aire libre, pues Gobernación a través de cuotas permitió a particulares que a bordo de vehículos vendieran cervezas a diestra y siniestra.
Por lo menos una veintena de lujosos autos circulaban con mantas a la vista ofreciendo licor y cerveza a los bañistas y familias.  JLSD