Jaloneos, y precios elevados por la oferta y la demanda por las sillas, fue el común denominador previo al tradicional “Sábado de Bando”, que salvo lo anterior, transcurrió en calma, porque existió una estricta vigilancia por parte de personal de la Policía Estatal Preventiva y de Seguridad Pública.
Solo el viernes por la noche se dieron pequeños incidentes por confusión en los espacios asignados, cerca de la glorieta de la plaza “Cuatro de Octubre”, porque incluso hubo quienes sin pagar y tener permiso, quisieron colocar sus sillas en los lugares ya asignados; la intervención del personal del Ayuntamiento de Campeche subsanó el incidente.
Previo al Sábado de Bando no se volvió a dar enfrentamiento alguno, porque todos los que adquirieron permisos respetaron los espacios asignados y desde muy temprano se “avituallaron” para aguantar la prolongada jornada sabatina.
Pero quienes hicieron su “agosto” apenas en febrero, fueron los ques adquirieron los espacios para comercializar las sillas, que a pesar de que se reglamentó que el costo de éstas para disfrutar el “Sábado de Bando”, sería de máximo 60 pesos, cobraron 90 y hasta 120 pesos por la primera fila.
Los precios ofrecidos fueron de 100, 90, 80, 70, 60 y 40 pesos, este último para los que quisieron estar en la sexta o quinta fila, porque aquí también hubo violación al acuerdo, ya que solo debían colocar como máximo tres filas, pero hay quienes pusieron hasta seis, abarcando prácticamente todo el camellón central del malecón.
Hubo quienes vendieron las sillas hasta en 120 pesos, solo que éstos tenían derecho a baño público y música viva; no hubo objeción para pagar, lo importante era conseguir espacios para disfrutar de la máxima fiesta del Carnaval de Campeche, el “Sábado de Bando”.
Y aquí, aunque hubo vigilancia por parte de los inspectores del Ayuntamiento de Campeche, éstos se hicieron de la vista gorda; no quisieron meterse en problemas, pues “ya todo estaba listo para disfrutar el Bando”.
Lo que hubo en exceso fueron los toldos para la venta de cerveza, pues habían más de 50 en todo el derrotero, obviamente de la patrocinadora del Carnaval; Fuera de eso, todo se desarrolló en calma. DSL