Mientras que los expendedores de carne de res y cerdo han visto mermadas sus ganancias por la baja que han registrado en sus ventas debido a la cuaresma, los comerciantes de pescados y mariscos están haciendo su agosto aumentado de manera desmedida el precio de sus productos debido a la demanda del público consumidor. La Procuraduría Federal del Consumidor por su parte se mantiene apática por no vigilar el abuso desmedido en los costos de productos de escama.
Comerciante de cárnicos al interior de la citada central de abastos entre los que figuran Saturnino Blanco, dijeron que se han visto en la necesidad de bajar el costo a sus productos, aplicado la regla de que a menor costo mayor el volumen de ventas.
“He bajado el precio del kilogramo de res y cerdo para que la cosa salga. Así por ejemplo el kilogramo de costilla de cerdo la expende a razón de 65 pesos, porque hay sitios como es el caso de la cadena Los Jarochos, con la que es difícil competir”
Sin embargo eso le ha acarreado conflictos entre sus compañeros, que no ven con buenos ojos esta estrategia comercial y han llegado incluso a amenazarlo y han lanzado una consigna en su contra, orquestada por el líder del Sindicato de Matarifes.
BUENA DEMANDA DE MARISCOS
Juan González, expendedor de pescados y mariscos en el mercado principal, dijo que sus ventas han aumentado porque la gente creyente, en especial la católica por mandato prohíbe comer carnes rojas y en cambio sí autoriza el consumo de productos del mar y aves de corral. Las ventas han subido en un 70 por ciento, comparada con otras fechas y tenemos que aprovechar la situación, dice.
Hay variación dependiendo de la clase de pescado que se trate, la mojarra carpa está a razón de 65 y hasta 70 pesos, va de acuerdo al tamaño. Sierra 75 pesos, cazón 100 pesos el kilogramo, camaron hasta 250 pesos pero la gente pudiente prefiere robalo, pargo y guachinango, estos son variados entre más grande es a mayor precio.
A pregunta expresa dice que los precios no pueden ser menores por la sencilla razón de que el precio de los combustibles aumentaron la gasolina está por los cielos y un pescador utiliza en sus actividades entre 100 y 120 litros de combustible, aparte del aceite y demás gastos de operación.
El sentir de la gente, es que todo es muy caro y la verdad el poder adquisitivo no va de acuerdo con los costos de la canasta básica. Lo peor del caso es que la población esta desprotegida de la voracidad de comerciantes. En el mercado la Profeco no actua, para controlar y vigilar que los precios no se violen. Así es difícil sostener una familia, comentó Juan José Reyes, mejor conocido como La Pava. JLSD