Feligreses impidieron que gente del obispo de Campeche se las llevaran la madrugada del martes

Feligreses de la Iglesia de San José Obrero continúan custodiando las reliquias de primer grado del Santo Juan Pablo II, donada a la Congregación Salvatoriana por el cardenal Dziwisz, y las cuales han querido ser retiradas en horas de la madrugada por gente identificada con el obispo José Francisco González González.
La inconformidad ha trascendido entre los vecinos que resguardan las reliquias desde que los Salvatorianos fueron echados por la Diócesis de Campeche, primero de la preparatoria Fray Angélico, después del Instituto Mendoza y finalmente de la iglesia de San José Obrero.
Ante las decisiones que ha tomado el obispo González González de imponer su voluntad, la feligresía católica está disminuyendo su participación en las actividades eclesiásticas, como ocurrió con el nombramiento el pasado martes del nuevo párroco, Marcos Cohuó Muñoz.
“Nos están respondiendo los vecinos –sobre las acciones de inconformidad- y de hecho entró por la puerta de atrás, porque por delante no lo hubiéramos dejado entrar”, dijeron vecinos de San José Obrero, en referencia al obispo José Francisco González.
Cuestionaron el actuar del nuevo párroco Cohuó Muñoz a quienes señalan por hostigarlos cuando intentan entrar a la “Casa de Dios”, tomándoles fotografías.
“No vamos a la misa, y si vamos a la misa, porque Nuestro Señor no tiene la culpa, ni un centavo para la canasta y que vea cómo se las arregla, porque ahorita está pidiendo para la luz y para los aires acondicionados, cuando los Salvatorianos jamás nos pidieron un centavo”, señaló Isabel Acevedo.
Exhibieron que en la madrugada del martes intentaron llevarse las reliquias de San Juan Pablo II, rompiendo la puerta, pero no lo lograron porque los vecinos, que están agrupados para resguardar, están al pendiente.
“La verdad, nosotros nos hemos alejado de la Iglesia, pero estamos en pie de lucha. Él (Francisco González) vino a imponerse y a llevarse todo lo que se puede llevar; acabó hasta con nuestro acercamiento a la Iglesia y nos traen a un párroco que ha tenido mujer. ¿Que es eso? no hay sacerdotes dignos”, cuestionó María Guadalupe Estrella.  I  ARM