Al ordenar a tres nuevos sacerdotes para la Diócesis de Campeche, el obispo de Campeche subrayó que los presbíteros no ofrecen su vida a la iglesia, sino que  viven la vida de Jesús y es a través de los sacramentos y de la comunión como ofrecen una vida verdadera y eterna.
Ante una iglesia catedral abarrotada de feligreses, los diáconos Luis Ángel Mendoza Pérez, Aurelio Jiménez Guevara y  Miguel Ángel Novelo Pardenilla recibieron la imposición de manos del obispo de Campeche y se ordenaron nuevos sacerdotes en una ceremonia efectuada al mediodía de ayer y en medio de alegría para la grey católica.
González González subrayó que al recibir la comunión y la Eucaristía, el  sacerdote ofrece vida verdadera y eterna para contemplar, tocar, comer, para crear el vínculo de comunicación  con la iglesia y  es así como se Dios se comunica con nosotros.
“El presbítero ordenado no ofrece su vida, sino vive de la vida de Jesús, tiene vida porque Jesús le da vida con su vida;  el presbítero se alimenta de Jesús, no puede haber un pueblo sacerdotal sin Eucaristía, no puede vivir el pueblo de Dios sin ella”, subrayó.
El prelado precisó que el sacerdote se ordena para ofrecer la Eucaristía y llevarla a los demás, y que eso es lo más importante de la vida sacerdotal, ser ese vínculo entre lo terrenal y lo celestial lo cual sólo es posible mediante la Eucaristía.
Con la incorporación de los tres nuevos sacerdotes la Diócesis de Campeche cuenta con 118 presbíteros que trabajan y colaboran con el obispo en comunidad y ejercen su ministerio de santificar, enseñar y regir al pueblo de Dios en un servicio congruente y de acuerdo al Evangelio.  DSL