Productores de chile habanero no cuentan con la capacidad y organización para comercializar en mercados nacionales, sus ventas se limitan a los Estados de Tabasco y Yucatán, para ir más allá es necesario reunir una serie de requisitos, aun cuando ya se cuenta con la denominación de origen desde el 2002, los avances han sido mínimos, aseguró Rubén Escalante Poot, productor e investigador sobre esta problemática.
“La denominación de origen significan muchas reglas, por ejemplo: los agricultores tienen que asegurar sus unidades de producción, para certificar una unidad de producción tiene que tener un sitio donde tirar los residuos de plaguicidas, tener baños para hombres, mujeres, lavabos y toda una serie de cuestiones sanitarias, en otras palabras cumplir con la norma mexicana de buena práctica de cultivo”, añadió.
Hasta la fecha en el Estado solo existen dos o tres ranchos que están funcionando así, de tal manera que si entran de lleno a la nominación los agricultores puede ser que no estén preparados, pero también puede ser que sea un aliciente para poner un mayor empeño para tecnificarse.
“Estados Unidos no pide denominación de origen, pide inocuidad, pide precio y pertenencia en el mercado, nosotros tenemos que tener producciones tales que nos permitan entrar con una periodicidad clara, si yo les ofrezco a los norteamericanos 10 toneladas a la semana, tienen que ser 10 toneladas a la semana, además debe ser con un precio competitivo, nuestros principales competidores es la República Dominicana, venden hoy 30 por ciento más barato el habanero que producen que el nuestro”, significó.
Consideró importante tomar en cuenta lo anterior, porque en lugar de preocuparse en algunas cosas, debe fortalecerse el cultivo, capacitar a los productores, darles la tecnología, de tal manera tener las herramientas. Los productores puedan entrarle a algo tan importante como es la denominación.
“Que estamos proponiendo nosotros, podemos empezar con una marca colectiva, que son marcas colectivas, por ejemplo los
prestadores de servicios como el teléfono, con una marca colectiva compite en los mercados internacionales, o bien los vendedores de lácteos o bebidas, podemos empezar con una marca colectiva y esto es
como lo hacen los demás”, añadió.
Consideró lo anterior como la primaria, en el sexto año se debe contar con una marca colectiva y una vez preparados buscar el siguiente nivel y así sucesivamente, entrarle a la denominación de origen es el máximo nivel que un agricultor puede tener, porque va a entrarle a mercados internacionales sumamente existentes, entonces es importante estar preparados.
En términos reales Campeche tiene 151 hectáreas de chile habanero y produce mil 600 toneladas anuales, el problema es que la producción depende de las industrias yucatecas o tabasqueñas, se produce con costos muy altos, como la inversión de 120 mil pesos para producir una hectárea de chile y venden a precios muy bajos. “Hoy yo vendí a 10 pesos”, concluyó Rubén Escalante Poot.
JESR