Trump dejará de dividir familias, pero seguirá con las detenciones
San Antonio, E.U. – Miles de personas se manifestaron en varias ciudades estadunidenses en contra de la separación de familias migrantes y de la política de “cero tolerancia” del presidente Donald Trump, que ordena detener y procesar a todos los que ingresan por la frontera sin documentos.
Las protestas se realizaron a pesar de que el pasado miércoles, el presidente estadunidense emitió una orden ejecutiva para poner fin a la separación de niños de padres migrantes, aunque no a su detención ni al procesamiento.
A su vez, más de una treintena de congresistas federales demócratas realizan y continuarán hoy domingo visitas a los centros de detención donde permanecen niños migrantes en el sur de Texas.
En McAllen, Texas, la religiosa católica Norma Pimentel, que dirige el Centro del Sagrado Corazón para Alivio al Inmigrante, dirigió ante cientos de personas una oración que comenzó una cadena de ayuno de 24 horas que durará 24 días para pedir alivio para unos dos mil 400 niños que fueron separados de sus familias.
Durante el ayuno, denominado “Rompe el Pan, No Las Familias”, un grupo de participantes se privará de alimentos durante 24 horas y será relevado por otros activistas, hasta sumar 24 días.
“Mi mensaje a nuestros líderes es poder responder y hacer las cosas bien y detener el abuso a los niños”, dijo Pimentel.
Entre las primeras en ayunar figuran la activista Dolores Huerta, histórica líder campesina proinmigrante, cofundadora junto con César Chávez del United Farm Workers (Sindicato de Trabajadores Agrícolas), y Kerry Kennedy, activista de derechos humanos e hija del senador Robert Kennedy.
Concluida la manifestación, un grupo de activistas detuvo por varios minutos un autobús que se presume trasladaba inmigrantes desde uno de los Centros de Detención en McAllen.
En San Diego, California, unas cuatro mil 500 personas, convocadas por el movimiento Families Belong Together (Mantengan juntas a las familias), que busca reunificar a las familias migrantes, y el grupo San Diego Indivisible, marcharon de la Plaza del Centro Cívico de San Diego al edificio de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
“¡Qué vergüenza, qué vergüenza, qué vergüenza!”, gritó Wendy Batterson, una de las líderes de San Diego Indivisible, quien inició una lista de oradores que incluyó a legisladores demócratas, un maestro, una enfermera pediátrica y un refugiado iraní. NOTIMEX