Río de Janeiro, Brasil— El Rey Momo –considerado por la tradición el dueño del Carnaval- se hizo con la llave de Río de Janeiro y, de esta forma, dio inicio oficialmente a la mayor festividad anual de Brasil, cuando la vida política, administrativa y hasta comercial se detiene en buena parte del gigante sudamericano.
“Esta es una fiesta maravillosa, de tal magnitud que nuestro Carnaval es una vitrina para el mundo”, dijo el Rey Momo, el brasileño Milton Júnior, acompañado por el resto de la “comitiva real” del evento.
El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, un evangélico conservador muy criticado por sus posiciones equidistantes sobre el Carnaval, participó de la ceremonia tras visitar el Sambódromo, que a partir del domingo se vestirá de gala para el desfile de las mejores escuelas de samba.
De esta forma se da inicio a una fiesta que solo en Río de Janeiro atrae a más de un millón de viajeros y mueve unos mil millones de dólares, sobre todo en ingresos relacionados con el turismo.
Las autoridades dijeron que, a pesar del repunte de la violencia, éste será un Carnaval seguro, con el despliegue de miles de policías y guardias municipales. NOTIMEX