La verdadera inteligencia consiste en descubrir la inteligencia ajena.
René Descartes
Podemos y no argumentar nuestras decisiones políticas, esas que van de la mano con la voluntad de emitir el primero de julio el voto a favor de un candidato que nos convenza, aquel que nos brinde la oportunidad de certidumbre social.
Todo hoy resulta ser un verdadero alboroto, y los empresarios han alzado una vez más la voz para hacerse escuchar, no más agravios señalan y urgen a un debate de ideas, esas de las que están escasos por supuesto.
Comprometerse con un país en la incredulidad y la duda no alienta esperanza, ni Ricardo Anaya tiene la experiencia para gobernar un país donde se siguen sumando más a la pobreza, saltando de la pobreza extrema, según cifras del INEGI, ni Margarita Zavala se identifica con quienes sufragarán a favor de un cambio en México.
El botón de muestra del presidente de Perú que está renunciando, antes de ser cesado por la compra de votos es un hecho histórico en América Latina, más los 2.5 millones de dólares que dona Estados Unidos para los refugiados venezolanos en Colombia, que han huido de su país por necesidad.
El mundo se convulsiona con climas al extremo, nevadas y ríos que se secan, mientras un inexperto en política edifica un muro, que no detendrá el flujo migratorio, menos aún la introducción de todo tipo de drogas suponemos, ante el gran consumidor.
México no está aislado, es quizá uno de los países que más convenios de colaboración, tiene firmados con otros países, y mecanismos para atender todo tipo de temas.
Las reformas estructurales deben ir a un debate nacional, por la implementación que por supuesto debe acompañarse de resultados, no catastróficos, pero eminentemente en lentitud.
Manifestarnos abiertamente por un aspirante presidencial es todo un reto en cualquier espacio de atención, hay quienes defienden lo indefendible, otros más le apuestan al vacío, porque no hay nada tangible en la oferta política.
Influye en cada individuo el aprendizaje en el conocimiento, a pesar del tormentoso pasado, que para algunos nunca deja de acompañar a un político, mientras otros avientan piedras y son hasta mitómanos.
Mientras tanto, se suceden reacomodos en el panismo, donde hasta los todólogos tienen acceso directo, Jorge Castañeda ensalada de todos los moles, hijo de un destacado político priista, ahora regresa de donde se fue renunciándole a Vicente Fox, a su partido que seguramente le hizo una gran oferta.
Ante el evidente desprecio por los ciudadanos, el Poder Legislativo también ha pintado su raya para vacacionar en Semana Santa, obviamente disfrutando de los excesos que le permiten los últimos cinco meses que le restan a sus dietas.
Y a tan solo 100 días de distancia de lo que será una competida elección entre al menos cuatro contendientes, por la presidencia de México, los de a pie no se arriman a ningún árbol por sus sombras, ante un escenario que se torna complejo desde hoy.
El proceso electoral está escaso de argumentos, y el libre albedrío sufre una gran crisis ante la suplantación de personalidad de algunos actores del reparto cortísimo.
Nos debemos al menos imponer otro tipo de retos por las decisiones que estamos por aterrizar, no culparnos por los errores de los otros, cada quien debe responder por sus actos, las omisiones y los olvidos recurrentes tendrán su voto de castigo, también quienes con engaños quieran seducir al consciente.
En primera línea
En un país como el nuestro, tenemos que ser más respetuosos de los demás, donde las libertades no son parte de los escenarios alternos, pero se distinguen.
La tolerancia es prudencia, no todos los políticos son iguales, menos aún los servidores públicos, ni son imprescindibles, ni falta hace que la esperanza se extravíe.