La literatura es siempre una expedición a la verdad.
Franz Kafka
A un día y horas de la segunda confrontación entre los cuatro que hoy quedan, los mexicanos tenemos la confianza extraviada, la mirada perdida y la suerte colapsada por quienes nos endilgan las mismas retóricas.
Aglutinados en tres coaliciones, los partidos políticos pequeños no logran asomarse, más allá de ceder sus tiempos oficiales en radio y televisión a los aspirantes presidenciales.
Se nos quedó grabada la canción de Movimiento Ciudadano. Hasta ahí, nada más rescatable, y por supuesto la gubernatura de Jalisco que ganará seguramente su candidato, quien mantiene a tope las preferencias electorales.
Del Partido Verde quieren activar en periodo de receso el incremento a las penas por delitos considerados graves, cuando por uso de arma de fuego hoy se sale en libertad bajo fianza.
Los más peques de los pequeños, Encuentro Social y del Trabajo, ni pintan ni dan color, salvo Morelos, con Cuauhtémoc Blanco, todo un caso el exfutbolista que sigue metiendo goles de todas las formas posibles, políticamente hablando.
Segundo debate, temas qe no nos son ajenos, pero que para la inmensa mayoría del pueblo no interesa. Estamos inmersos en lo social y lo político, la migración, a pesar de ser un problema entre países contrastantes, no subirá la audiencia en Tijuana mañana domingo.
Nueve gubernaturas, cientos de candidatos que no tienen claro qué harán si ganan la elección, los más renunciando al partido en el gobierno, pero nos debe quedar claro que son las personas las que cumplen o no, en el hacer de la política, no los partidos.
Estos son instrumentos para alcanzar esos fines, pero sufren mutaciones al puro estilo de Kafka en la metamorfosis, hilvanando más incertidumbre al desánimo nacional existente.
Debate de conceptos aislados, eso tendremos la noche del domingo 20 de mayo en Tijuana, donde López Obrador defenderá su primer lugar, así como Anaya y Meade buscarán encaramarse al segundo lugar. Si no es mañana, ya no queda mucho tiempo para remontar y lograr dar la pelea.
No llama la atención el segundo debate, como el primero. No hay morbo, todo es previsible, en los naturales reacomodos de las piezas en un tablero que le han restado uno de los cinco en el primero de ellos.
No hizo tanto ruido la renuncia de Margarita Zavala a la candidatura independiente, porque en el mejor de los casos la ubicaban con un 3%, no más, y superada por un Bronco que recordaremos como el ex candidato que pretendió implantar la ley Singapur en México; córtales las manos a los ladrones.
No estamos ante lo evitable, que uno de los dos segundos o terceros lugares vaya en este debate a rebasar a López Obrador; no están las condiciones para que esto suceda.
A un mes y días de la elección presidencial, los mismos miedos aparecen en la escena de lo mediático, con uno que se ha agregado en las horas recientes, la buena salud de los contendientes.
Al menos 150 viajes de un equipo médico desde los Estados Unidos a la Ciudad de México. Debe insertar en el debate la consecuencia de tomar decisiones, y someter a los cuatro a exámenes que nos permitan conocer su estado de salud.
No vaya a ser que en uno de esas nos quedamos sin candidatos, pero como el Congreso es quien tendría la palabra, mejor hacemos mutis, nada más ruido a lo que se viene asegurando.
En primera línea
Dos fatalidades en viernes: la caída de un avión en Cuba, donde fallecen más de 100 personas y una balacera en una escuela secundaria cercana a Houston, Texas.
El mundo y sus contrastes. Lo que podemos prevenir, no movemos ni un dedo, porque lo mediático se va tal cual, y la vida humana ha pasado a un segundo término.