Tercera y última parte de un pequeño esbozo de lo que podría ser el escenario político alterno, camino a las presidenciales de 2018 en nuestro país, que por cierto adelanta todo, hasta el cobro de las tarjetas de crédito los bancos; hablan para saber si seguimos vivos y vamos a pagar a tiempo.
Nada parecido se lee entre los mortales, acostumbrados los más a las migajas que tiran al suelo los que viven en el anonimato, hasta que son alcanzados por una justicia, esa si pronta y expedita.
Pareciera que somos fantasmas en un gran teatro al aire libre, donde los partidos políticos se reparten millones y millones de pesos, que van a parar a la indiferencia, porque es poco creíble la receta para despertar mañana con salud y sanos.
Poca sensibilidad, nula comunicación de esa realidad grisácea por todo tipo de contaminantes, sufriendo las inclemencias del invierno, también adelantado; vaya fatalidad.
Y en la pequeña lista de nombres con apellidos, una ex sobrecargo de Aeroméxico resulta ser quien tiene derecho hoy a hablarnos de honestidad, sumados Ricardo Monreal, más Andrés Manuel, el eterno caminante que quizá solo deseaba conocer el territorio mexicano, y equivocó la ruta, como tantos. En lugar de magnificar la belleza de México, nos insulta de manera grotesca porque no le creemos.
Alejandra Barrales no sabe hacia dónde la llevan sus ambiciones inverosímiles, de la Asamblea al Senado y de ahí al Gobierno de Mancera, en la cartera de Educación; literal lo de la cartera, para saltar a una dirigencia cuestionada en el PRD, un partido hoy sin rumbo ni dirección clara.
Y es que son pocos los que se atreven a apostar por un triunfo en las presidenciales de 2018, yendo solos, sin aliados de la izquierda, donde MORENA sin duda alguna será factor que incline la balanza hacia lo mejor o lo peor de un escenario nada esperanzador.
De llegar a ser gobierno, el tabasqueño puede quejarse de todo el tiradero que le dejaron; las arcas vacías, sin control, por cierto, del Banco de México, que se ha vuelto un poco más autónomo.
Miguel Ángel Mancera, con el perredismo no va a ninguna parte. Ahí las tribus tienen mano, lo han demostrado los últimos años en los espacios de poder y dinero en el Gobierno de la Ciudad de México, donde hay que contar por supuesto a Encinas, de tristes recuerdos por los enormes boquetes financieros dejados a su paso.
El Estado de México puede con los resultados electorales que arroje un cambio de ruta en las estrategias políticas para formar una posible coalición, que aglutine al PRD con los peques que poco suman, pero hacen ruido.
Jueves y viernes retratamos, de una manera ligera y transparente, posibles escenarios del panismo y del priismo, con nombres y apellidos que van cayendo en desuso, por el simplismo de tomar en cuenta a lo más importante, lo fundamental en una sociedad plural, sus problemas cotidianos y las posibles alternativas para salir de una enorme crisis casi existencial.
Hoy es esa izquierda que nunca acaba de cuajar del todo, porque saltan de un lado a otro: del PRD a MORENA, y los pequeños, como Movimiento Ciudadano y el mismo y eterno participante y perdedor Partido del Trabajo, lo mismo en la Asamblea de Representantes, que pueda que tenga una nueva composición con la Constitución local que se construye en la Ciudad de México, que a la Cámara de Diputados o a la de Senadores, para solo placearse tres o seis años, y no aportar nada, y si sumar varios dígitos a sus cuentas bancarias.
No hay al parecer conciencia del grave daño a la confianza, donde dejan de lado los retos, objetivos, y solo plantean salvaguardar la elección, donde pocos ganan mucho, y muchos no ganan absolutamente nada.
Veremos que tanto más daño le infiere Alejandra Barrales al PRD, porque también al igual que al PRI o al PAN, les hace falta algo más que reconstruirse desde sus cimientos, por los daños colaterales de corrupción en que han incurrido miembros distinguidos que terminan siendo expulsados.
Falta menos para agotar el discurso acusador, ese donde los malos están en otra parte; los corruptos no somos nosotros, porque siempre señalamos y no somos tomados en cuenta ajustan a decir ahora, demasiado tarde ante el estrellato de Guerrero, Zacatecas, Michoacán, más lo que se les acumule de rascarle un poco a los que han sido gobierno en esos Estados. Tercera y última parte.
En primera línea
Poco a poco nos va abandonando la marea alta, esa que nos hace ver nuestra realidad, el famoso y no atendido cambio climático, que poco deja en lo político, pero el daño es enorme en cifras por los desastres naturales.
Tarde para intentar frenar el mar que nos invade, pero si tomar conciencia que no debemos construir en zonas bajas. El peligro es recurrente siempre.