Buenos Aires, arg.– La Central de Trabajadores de Argentina (CTA) realizó una protesta multitudinaria y promovió la realización de un paro general en repudio a las políticas aplicadas por el presidente Mauricio Macri.
La marcha, que llevó por lema “Ni hambre ni despidos”, culminó en la Plaza de Mayo y logró reunir a las dos facciones en las que la CTA quedó dividida durante el gobierno de la mandataria Cristina Fernández (2007-2015).
Pablo Micheli y Hugo Yasky, líderes de las dos facciones, coincidieron en las críticas hacia Macri, las necesidades de los trabajadores y en una protesta más generalizada.
Sin establecer una fecha, advirtieron que sólo una huelga general demostrará el descontento que priva ante la negativa del gobierno de reabrir las llamadas “paritarias”, es decir, las negociaciones de alzas salariales de los trabajadores.
Este año, los incrementos fueron del 30 por ciento en promedio, pero de nada sirvieron ante una inflación acumulada que ya supera el 40 por ciento.
Los dirigentes sindicales han reclamado la reapertura de las “paritarias” para actualizar los salarios y evitar que los trabajadores sigan perdiendo poder adquisitivo.
Notimex