Se repite la historia; ahora le tocó a Gutiérrez Lazarus
Se repite la historia de la pasada administración, donde -en ese entonces- personas afiliadas al PAN y al grupo de movimiento en defensa contra la corrupción de gobiernos municipales, arrojaron basura a las puertas del domicilio del ahora expresidente municipal Enrique G. L.; en esta ocasión, le tocó el turno al alcalde panista Pablo Gutiérrez Lazarus, donde un grupo de ciudadanos molestos acudieron al Residencial “Palma Real” -donde vive el actual alcalde carmelita- a depositar los desechos que la empresa recolectora no a recogido.
Un grupo de personas, presuntamente seccionales de colonias, se agruparon a través de redes sociales para convocar a los ciudadanos a arrojar bolsas de basura, en repudio por las malas decisiones que han llevado a que la empresa Promotora Ambiental de la Laguna, más conocida comercialmente como “PASA”, a suspender el servicio de recolecta y que mantiene las calles de la ciudad repletas de montañas de desechos.
Abordo de una camioneta Ford Lobo, color blanco, el grupo de ciudadanos arrojaron bolsas negras -que según recolectaron en su colonia- y fueron arrojar a las puertas de la residencia donde vive el alcalde de Carmen, Pablo Gutiérrez Lazarus.
A las puertas de esta residencial se encontraba una patrulla de la Policía Municipal con tres elementos, unidad que se descompuso al arribar al domicilio del alcalde, de igual forma, dos autos más particulares vigilaban el sitio, un Aveo negro con vidrios polarizados y uno más de color gris.
Luego de que los ciudadanos –enojados- arrojaron las bolsas de basura a las puertas de la residencia del edil de Carmen, se retiraron del sitio; sin embargo, fueron perseguidos por un vehículo negro tipo Aveo, sin placas, lo que originó que les fuera decomisada la camioneta color blanca donde se transportaban, por órdenes del edil sin motivo alguno.
Por la madrugada, otro grupo más llevó bolsas de basura a las puertas del Ayuntamiento de Carmen, ahí también en manera de protesta y repudio por no dar una solución al problema de la basura, tal cual sucedió durante el periodo del exalcalde Enrique G. L., quien heredó una deuda de 11 millones de pesos a la actual administración panista. VMG