Hay días en que no se gana ni un peso: líder sindical
“Ha llegado el momento en que algunos compañeros no ganan ni un peso, pero de alguna manera estamos sobreviviendo los que nos dedicamos a esta actividad”, señaló el secretario general del Sindicato Único de Transportes de Carga en General del Comercio y Servicio Público en Camionetas, Similares y Conexos, Augusto Madero Basulto, quien cuenta con más de 20 años en el ramo y es miembro fundador del mismo.
Precisó que un total de 70 agremiados enfrentan una dura situación en la actualidad.
“Ha decrecido la demanda en razón de que cada día la industria automotriz y la exportación de vehículos hace que todo ciudadano pueda tener su propio vehículo. Ahora hay más facilidades; por ejemplo, antes un albañil te ocupaba para trasladar sus andamios, hoy ya tiene su propio vehículo”, dijo.
Agregó que también, debido a la economía, la ciudadanía opta por pedir ayuda a familiares o amigos para que los apoyen con los fletes a cambio de “cooperarles para la gasolina”, lo cual también genera un impacto en la labor que realizan los integrantes del Sindicato.
“Eso hace que indiscutiblemente los veamos como ‘piratas’, ya que no tienen autorización para cobrar por un servicio público; sabemos que es muy difícil poder controlar esto, salvo que sean identificadas dos o tres personas”.
Destacó que algunos colegas madrugan día a día para llegar al mercado principal “Pedro Sainz de Baranda” y se retiran pasadas las ocho de la noche, todo con el objetivo de buscar ganar para el pan de cada día.
“Normalmente hay compañeros que llegan desde las cuatro y media de la mañana; algunos otros un poco más tarde, pero normalmente dejan de dar servicio entre las ocho o nueve de la noche. A veces la gente los contrata y hacen servicio en la madrugada. Aquí cada quien es su propio negocio y cada quien lo maneja a su propio criterio. Algunos tienen vehículos con un motor más grande y más capacidad de carga, pero eso hace que el flete sea más caro y otros los tienen de menor capacidad; entonces eso hace una diferencia en la demanda del servicio, ya que no siempre hay para mover un camión grande y hay días en que no encuentren un flete para realizar”.
Madero Basulto refirió que los costos de los fletes van desde los 150 pesos y en el caso de mudanzas hasta 350 pesos, independientemente de las personas que ayudan a cargar los muebles y objetos.
“Por ejemplo yo voy a transportar a unas personas que van a llevar unos huacales de mango al parque de Santa Lucía; les estoy cobrando 70 pesos, en razón de que están ganándose la vida y bueno, como traigo un vehículo pequeño, pues eso permite que el costo se reduzca; tendré una ganancia ahí de 30 pesos. Imagínate ¿cuánto cuesta el litro de gasolina, ida y vuelta? porque no es como un taxi que vas y en el camino tomas otro servicio; aquí hay que regresar el mercado para poder agarrar otro viaje”.
Indicó que el Sindicato sobrevive gracias a las cuotas de los agremiados, ya que aportan 100 pesos mensuales, del cual una parte se destina a un seguro de defunción.
“Parte de ese dinero, 10 pesos, va para un fondo de defunción, el cual, cuando fallece un compañero se le entrega a la familia 25 mil pesos más algunas cuestiones relativas al funeral; se paga también 10 pesos que se van ahorrando para la festividad de la Virgen de Guadalupe, año con año en diciembre. También de ahí se paga la luz de la caseta, el teléfono, algunas cuestiones internas y prácticamente queda poquito; los gastos de la caseta ascienden entre mil 200 o mil 500 pesos al mes”.
El líder del Sindicato señaló que pese a la cruda realidad, se esfuerzan en brindar un buen servicio, además de intentar mantener limpio el espacio donde se encuentran estacionados los vehículos en el principal centro de abastos de la capital. MA